CONTACTO

¿Prestaste atención alguna vez, con todas las fibras nerviosas de tu organismo, en silencio interior o exterior o… algún silencio importado, (quizás de aquella historia que se conocen todas tus células y te deja sin palabras…) el incontenible brillo que dibuja los límites de la luna? 

Te lo pregunto,  porque a mí me gusta experimentar con las ausencias y a la hora de calcular las conclusiones siempre se me hace tarde, me abraza la noche y entre sus colores impenetrables: me distrae el brillo de la luna.  
Honestamente, no quisiera ofender al sol. Él habita mis sentires cuando sin querer,  me descubro en la fortaleza de tus brazos. No se lo digas a nadie… pero, auténticamente no conozco nada que genere tanta luz como el contacto de nuestros cuerpos.

NG- Noviembre 2014 

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