Llueve, otra vez.
Llueve. La ventana es un laberinto de
agua y vestigios de cenizas.
Llueve y hace mucho frío... y si miro
a lo lejos no encuentro ni una estrella. Ni la luna. Ni siquiera puedo
encontrarte a vos...
A tú abrazo. Que en noches como esta
son tan necesarios.
Llueve. La ciudad me sabe a
nostalgias... tiene esa luz excitante y la intensidad de tu boca.
Llueve y... inevitablemente te
extraño.
Te extraño más que siempre.
Así... entre recuerdos y proyectos.
Cuando acabo el día y no hay estrellas y baja la temperatura... Y llueve.
NG - Octubre 2013
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